Resultados clínicos en pacientes sometidos a facoemulsificación con y sin pulido de cápsula anterior en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins.

Abstract

La catarata es la causa principal de ceguera reversible en el mundo y tiene un importante impacto en la calidad de vida de las personas afectadas(1). Se calculó que a nivel mundial, hasta el 2015, se produjeron 12.6 millones de casos de catarata que conllevaron a la ceguera y para 2020 la cifra se calculó incrementara a 13.4 millones (2). En Latinoamérica, un cuarto de población mayor de 50 años que cursa con ceguera se debe a catarata y al limitado acceso a cirugía de la misma (3). En el Perú, la prevalencia de ceguera según la última encuesta nacional la prevalencia de ceguera fue de 2%, el 58% se atribuyó a catarata (4). Esta patología es de origen multifactorial, sin embargo la etología más frecuente es la edad (5). La intervención quirúrgica permite la corrección de esta patología cuando afecta la calidad de vida, limitando las actividades diarias (6). Una de las técnicas quirúrgicas más empleadas es la facoemulsificación que permite la extracción de la catarata mediante una incisión mínima y la emulsificación de la misma mediante ultrasonografía. Sin embargo, puede presentarse diversas complicaciones tanto intra como postoperatorias. A largo plazo una complicación frecuente es la opacificación de la cápsula posterior (OCP) (7). La OCP se produce por migración de las células epiteliales del cristalino hacia la cápsula lo que ocasiona su opacificación y posterior disminución de la agudeza visual. Para evitar dicha complicación se planteó la realización del pulido de la cápsula anterior que permite eliminar las células epiteliales a fin de prevenir su migración y proliferación causante de la OCP (7). Sin embargo, existe controversia acerca si este procedimiento de pulido puede disminuir la incidencia de OCP o el uso de posterior de capsulotomía con láser YAG para su corrección.